¿Quién no se ha sentido atraído/a por la belleza de esas pequeñas piedras de colores con diversas formas y tallas? Pero sobre todo, lo más impresionante son las cualidades que tienen y que, por supuesto, nos pueden beneficiar y mucho. No en vano, son parte de nuestro entorno, del que nos alimentamos energéticamente, y que nos influye queramos o no.
Pero al margen de este razonamiento breve y resumido, ¿todas las piedras nos covienen? ¿Cómo sabemos qué piedra elegir? ¿Cómo cuidarla? ¿Podemo usar varias? ¿Cómo las debemos usar? En este artículo de forma breve y precisa, intentaremos resolver de forma lógica y con sentido común algunas de las dudas que nos ofrecen las gemas.
¿TODAS LAS GEMAS NOS BENEFICIAN?
En cierto modo sí. No tenemos que comprar o adquirir sólo aquella que vaya acorde a nuestro signo. Todas las gemas tienen propiedades que van desde su influencia a nivel emocional, hasta la aplicación para la mejora de problemas físicos. Pero sólo mejora, en ningún caso es un tratamiento curativo. De todos modos, y con carácter general, si no se sabe bien qué beneficios pueden aportar, mejor elegir algún tipo de cuarzo.
Pero debemos recordar algo: no todas las piedras nos benefician en todos los aspectos, al igual que todo en la vida tiene su lado negativo, o contraindicación. Por ejemplo: si somos propensos a padecer episodios depresivos, no sería nada aconsejable portar un cuarzo blanco, ya que nos potenciaría ese estado.
¿DEBEMOS PORTAR TODAS LAS GEMAS A LA VEZ?
No es aconsejable tampoco. Hay combinaciones de gemas cuyos efectos en conjunto pueden quedar neutralizados, e incluso, algo “desarbolados”. Por ejemplo, combinar cuarzo blanco con cuarzo amatista crearía un “efecto 0”. Por lo tanto, y aunque han aparecido últimamente complementos de moda creados con gemas de todos los colores, desde este foro no aconsejamos su compra.
¿ES IMPORTANTE SU FORMA Y/O TAMAÑO?
Últimamente han aparecido formas y tallas de gemas que dicen tener propiedades superiores a su estado natural. No tenemos información fidedigna que demuestre este extremo, por mucho que entendamos, dentro del esoterismo, la importancia de la denominada “geometría sagrada” en algunos aspectos y campos de aplicación. La razón que nos mueve a pensar así es la presentación de la piedra en su entorno natural, nada tallada ni reducida. Por lo tanto nos atrevemos a aconsejar que la gema, cuanto menos tratamiento y manipulación haya recibido, más propiedades nos puede aportar
¿Y QUÉ PROPIEDADES NOS PUEDEN APORTAR UNAS PIEDRAS?
Dicho así, parece que ninguna. Pero tengamos en cuenta algo: nuestro ser lo componen tres estados: cuerpo, mente y espíritu o energía. Estas tres partes están inexorablemente conectadas ya que son el conjunto de lo que somos en esencia. La parte energética está formada por franjas de energía cuya vibración se traduce en colores (no nos alejamos de la física en este caso). Cada color influye en nuestros otros dos estados, dependiendo de su amplitud y vibración. Cada gema lo que aporta es una “pila” que recarga ese color y, por tanto, ayuda al buen equilibrio de todas las capas de colores que forman esa parte energética de nuestro ser.
¿COMO DEBO MANTENER LAS PIEDRAS?
Hay mucha literatura al respecto, la mayoría, especulativa. Debemos usar materia natural para mantener la naturaleza de las gemas. Pero sobre todo, hay algo que le beneficiará, como nos beneficia a todos: el Sol. Por tanto, nuestro consejo es que cada cierto tiempo (1-2 meses), pongamos nuestras gemas en un plato con agua (sin que cubra la piedra), unos granos de sal (como catalizador), y pongamos nuestras gemas al sol por unos minutos. Luego enjuagarlas bien, secarlas y… ya está.
¿Y la luz de la Luna? Bueno, nuestro satélite natural es cierto que nos influye, pero en este caso, sólo reflejaría la luz del sol. Por lo tanto, no le vemos ninguna utilidad.
Faltan muchos consejos sobre las gemas, pero en este caso, sirva este artículo para empezar a responder esas primeras dudas ante los beneficios de las gemas.
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